Trastorno limítrofe de la personalidad (TLP)
- Carolina es impaciente y cada vez que su novio Víctor, llega un poco tarde a una cita, ella estalla y lo amenaza con romper la relación y piensa que es un desgraciado por hacerla esperar. Cuando las cosas están muy tranquilas Caro, piensa que Vic, es el amor de su vida, y lo percibe como alguien totalmente bueno.
- Victoria la pasa muy feliz en las reuniones con sus amigos, incluso hace bromas de los demás, pero cuando ella es el centro de ellas por pequeñas que sean simplemente se levanta y se va sin despedirse de nadie por el grado de enojo que le produce. ¡Le gusta hablar de los demás, pero le disgusta que hablen mal de ella!
- Paula es un encanto con sus amigas; organiza eventos, es inteligente, cuenta chistes, es todo un pan de Dios. Sin embargo, en su casa estalla por cualquier comentario hecho por su familia, ella es como dicen: “candil de la calle y oscuridad de su casa”. En los momentos más complicados, es capaz de romper cosas valiosas o lanzarlas contra quien según ella, la hizo enojar.
- Ruth se esmera en entender a Ricardo, pero cada vez que salen a algún lugar, su novio se molesta por cualquier cosa, es como estar sentado en un barril de pólvora y entonces ella sufre. Ruth, no solo la pasa mal si habla por teléfono con Ricky, sino en cualquier situación, incluso se han llegado a gritar frente a otros familiares y también se han llegado a golpear en privado y en la calle, pero tarde o temprano regresan por el ¡amor que se tienen!. Y, este sube y baja esta mediado por una falta de control en las emociones de todos los personajes. Situaciones como las anteriores aunque todo el mundo podemos pasarlas y resolverlas positivamente y sin tantos conflictos, no todos las solucionamos de la misma forma.
Cuando una persona vive relaciones interpersonales inestables y sus emociones se alteran de forma intensa y repentina, y son altamente demandantes de las personas a su alrededor nos hace suponer que padecen: trastorno limítrofe de la personalidad.
Antecedentes
El término científico se ha vulgarizado tanto que le llamamos neurótico a cualquier persona que pierde fácilmente el control emocional y reacciona más con las emociones que con la razón.
- ¡Ojalá que hoy no haya tráfico en el periférico!; confunden la realidad con sus deseos.
- ¿O estás a mi favor o estás en mi contra?; ven la vida en blanco y negro, no pueden esperar y quieren recompensas inmediatas y son extremistas.
- ¡Se la estoy guardando, ahora que lo vea le voy a decir…!; son exageradamente rígidos en sus acciones y pensamientos.
- ¡Por supuesto que soy indispensable en mi trabajo!; son hostiles, ególatras y vengativos.
- ¡Qué no me estén molestando!, ¿fui yo?, ¿fui yo?; son muy discutidores y aparentemente analíticos y nunca llegan a nada.
Sin embargo la conducta de una persona con neurosis no tiene daño orgánico demostrable: se mantiene dentro de los límites socialmente aceptables, es repetitiva, sus acciones se ven seriamente afectadas, son insatisfactorias y presentan reacciones desadaptadas e inadecuadas a causa del estrés (Barrera, 2010).
En el trastorno limítrofe si hay un desequilibrio en el funcionamiento de la amígdala cerebral encargada de regular nuestras emociones. Por decirlo así, esta parte del cerebro registra los eventos de amenaza o de alarma, es una especie de botón de pánico que se activa con eventos estresantes y que nos ponen en peligro. Cuando entra en funcionamiento la amígdala cerebral, otra zona del cerebro llamada corteza prefrontal (la zona responsable de nuestros pensamientos más sublimes y racionales), deja de funcionar y es por ello que es difícil negociar justo en el momento de una crisis cuando un paciente con trastorno limítrofe se siente perceptualmente amenazado. Y, por ello pierde el control de sus emociones y sus manifestaciones son tan intensas e intolerantes y la mayoría de las veces destructivas.
¿Qué es la personalidad?
Podemos definir la personalidad como un patrón de comportamiento que incluye sentimientos y pensamientos los cuales se mantienen a lo largo de la vida de un individuo (La personalidad, 2011). Son los aspectos únicos –tanto internos como externos- relativamente duraderos del carácter del individuo que influyen en su conducta en diferentes situaciones (Schultz & Schultz, 2009).
Ya desde la antigüedad se trataba de clasificar el comportamiento de los individuos por medio de ciertas características de su personalidad, en el siglo V Hipócrates la relacionaba con la combinación de cuatro humores orgánicos, los cuales al entrar en desequilibrio causaban la enfermedad: bilis negra, bilis amarilla, sangre y linfa.
Y, definió a los individuos como linfáticos, coléricos, sanguíneos y melancólicos, según la predominancia de uno u otro de estos fluidos corporales (Pasantes, 2005).
Rasgos de personalidad
De ahí que podemos decir: Carolina es impaciente, Paula es sociable y entusiasta,
Ricardo egoísta, manipulador y solo busca llamar la atención, el uso de estos adjetivos es posible que no nos describan totalmente a una persona, pero en psicología los conocemos como rasgos de personalidad. Pueden ser positivos o negativos y son las características que nos distinguen de los demás y nos hacen únicos.
Un rasgo de personalidad es un patrón permanente de percepción, relación y pensamiento acerca del ambiente y de los demás, patrón que está arraigado en la matriz de la composición psicológica del individuo (Halgin & Krauss, 2003).
Trastorno de la personalidad (borderline, limítrofe o fronterizo)
En ocasiones nuestros rasgos o patrones de personalidad nos traen dificultad para relacionarnos con nosotros mismos y con los demás, pueden ser muy rígidos y ello nos genera problemas y una sensación de desadaptación.
Es por ello que un trastorno de personalidad implica un patrón desadaptado y duradero (pueden ser muchos años) de experiencia interna y conducta, que data de la adolescencia o de la adultez joven, y que se manifiesta en al menos dos de las siguientes áreas:
1) cognición,
2) afectividad,
3) funcionamiento interpersonal y
4) control de impulsos.
Este patrón inflexible se hace evidente en diversas situaciones personales y sociales y provoca malestar y deterioro (Halgin & Krauss, 2003).
Cuando los rasgos de la personalidad condicionan el comportamiento de la persona en todo momento dificultando la adaptación social del individuo, entonces hablamos de la posibilidad de un trastorno de la personalidad.
Las personas con trastorno limítrofe de la personalidad, son en extremo dramáticas, emocionales y erráticas o impredecibles (Halgin & Krauss, 2003).
Según el DSM-IV, la característica esencial del trastorno límite de la personalidad es un patrón general de inestabilidad en las relaciones interpersonales, la autoimagen y la afectividad, y una notable impulsividad que comienza al principio de la edad adulta (adolescencia) y se da en diversos contextos.
Etiología
El desarrollo de la personalidad, es multifactorial, se inicia desde la temprana infancia y va adquiriendo forma y consistencia hasta la edad de la adolescencia.
A través de diversos estudios se ha podido observar que: la herencia, el medio ambiente, la educación y la socialización influyen en la adquisición de la personalidad. Cada uno de ellos son sistemas que interactúan y se influyen mutuamente, nada en este universo esta suelto.
En el lado de la Biología, desde hace más de dos décadas se sabe que algunos rasgos de personalidad se heredan y los genes (ADN o ARN), en su expresión en forma de proteína en algunas de nuestras células determinan nuestro carácter (Pasantes, 2005).
Desde el punto de vista de la Psicología, puede ocurrir que algún acontecimiento traumático en la vida cotidiana puede alterar la personalidad de alguien.
Se han determinado categorías o clases de personalidad entre las cuales están:
- Extrovertido: persona espontánea, efusiva, comunicativa, aventurera, sociable.
- Afable: amable, cálido, cooperativo, servicial, compasivo.
- Dependiente: organizado, responsable, eficiente, práctico, esmerado, confiable.
- Estable emocionalmente: objetivo, tranquilo, calmado, seguro de sí mismo.
- Inteligente: curioso, analítico, sagaz, ingenioso, creativo, hábil, culto (La personalidad, 2011).
Diagnóstico
La presencia de 5 o más síntomas, puede indicar la existencia de este trastorno:
- Esfuerzos frenéticos para evitar un abandono real o imaginario
- Patrón de relaciones interpersonales inestables e intensas caracterizado por la alternancia entre los extremos de idealización y devaluación (eres mi cielo y mi infierno).
- Alteración de la identidad: auto-imagen o sentido de sí mismo acusada y persistentemente inestable.
- Impulsividad en al menos dos áreas que son potencialmente dañinas para sí mimo (Ej..: gastos, sexo, abuso de sustancias, conducción temeraria, atracones de comida.).
- Comportamientos intensos o amenazas suicidas recurrentes, o comportamiento de automutilación.
- Inestabilidad afectiva debida a una notable reactividad del estado de ánimo (por ej.: episodios de intensa disforia, irritabilidad o ansiedad, que suelen durar unas horas y raras veces unos días).
- Sentimientos crónicos de vacío (estar acompañado y sentirse solo).
- Ira inapropiada e intensa o dificultades para controlar la ira (por ej.: muestras frecuentes de mal genio, enfado constante, peleas físicas recurrentes).
- Ideación o pensamientos constantes y repetitivos paranoide de desconfianza, persecución o temor transitoria relacionada con el estrés o síntomas disociativos graves (DSM-IV, 2002).
Estas características deben de ser de larga duración (años), persistentes e intensas para que se pueda diagnosticar este trastorno.
Información adicional
Destacar que algunas de estas personas suelen ser inteligentes, agudas, graciosas e ingeniosas.
Es muy frecuente que el diagnóstico borderline no aparezca solo, sino ligado a uno o más trastornos del eje I:
- Trastornos del estado de ánimo
- Trastorno por estrés postraumático
- Trastornos de pánico y ansiedad
- Abuso de sustancias
- Trastornos de la alimentación
- Trastorno obsesivo-Compulsivo
- Trastorno por déficit de atención (Trastorno límite de la personalidad, 2011)
Esto hace más compleja su detección, entre los profesionales y por supuesto hace
que el paciente pase más tiempo en periodos de crisis sin respuestas a ellas, y que tenga periodos largos de incomprensión y conflictos severos constantes, los cuales se le hacen normales, cuando no deberían serlo.
TRATAMIENTO
El paciente necesita hacer consciente su trastorno y estar realmente motivado al cambio. Generalmente se hace un trabajo interdisciplinario con diferentes especialistas y se involucra al paciente, a su pareja y a su familia.
Se le enseña al paciente a establecer límites o una estructura externa y a ensayar escenarios más funcionales mediante visualizaciones creativas que le permitan adaptarse a la convivencia cotidiana, mediante un enfoque cognitivo conductual.
Principalmente en relación a la interacción social asociada a estados intensos de tristeza, rabia o ira. Se llegan a suministrar ansiolíticos o antipsicóticos recetados por los especialistas correspondientes.
Se les enseñan nuevas formas de canalizar sus emociones y les suministramos tratamiento con campo electromagnético pulsante de baja frecuencia el cual los relaja y les ayuda a regular el funcionamiento de la amígdala que es el centro en donde se producen las emociones. Cabe destacar que esta tecnología no se contrapone con el uso de medicamentos, repolariza las cargas eléctricas a nivel celular, equilibra el sistema inmunológico y es totalmente natural y sin efectos secundarios.
Cuando el paciente recibe directamente la consulta en el campo electromagnético pulsante de baja frecuencia, le llamo psicoterapia tecnológica y nos da la posibilidad de trabajar cuerpo y mente al mismo tiempo.
Bibliografía y referencias electrónicas
Por: Pisc. Juan Antonio Barrera Méndez
Barrera, J.A. (2010) Quotest ¿Qué tan neurótico eres? Suplemento de la Revista
Quo Núm. 152, Junio, Editorial Expansión, México.
Cambios en la psicopatología del trastorno limítrofe de la personalidad, en los
pacientes tratados con psicoterapia psicodinámica (2000) Obtenido el 23 de
Agosto del 2011, Disponible en red: http://new.medigraphic.com/cgibin/
resumen.cgi?IDREVISTA=81&IDARTICULO=22621&IDPUBLICACION=2303
Cuevas, P, Camacho, J., Mejía, R., Rosario, I., Parres, R., Mendoza y López, D.
“Cambios en la psicopatología del trastorno limítrofe de la personalidad, en los
pacientes tratados con psicoterapia psicodinámica” en Salud Mental 2000; 23 (6).
Halguin R. & Krauss S. (2003) Psicología de la anormalidad (Perspectivas clínicas
sobre desórdenes psicológico) Editorial Mc Graw Hill, México.
La personalidad (2011) Obtenido el 22 de Agosto del 2011, Disponible en red:
http://www.mitecnologico.com/Main/LaPersonalidad
López-Ibor Aliño, Juan J. & Valdés Miyar, Manuel (dir.) (2002). DSM-IV-TR.
Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales. Texto revisado.
Barcelona: Masson.
Pasantes H. (2005) De neuronas, emociones y motivaciones (la ciencia para
todos, 158). Editorial Fondo de Cultura económica, México.
Schultz D. P. & Schultz S. E. (2009) Teorías de la personalidad, Editorial CEGAGE
Learning, México.
Trastorno límite de la personalidad (2011) Obtenido el 23 de Agosto del 2011,
Disponible en red: http://psicologiafenix.foroactivo.com/t1032-trastorno-limite-depersonalidad